28 de junio de 2025

Raices Humanas

Cultura y Acción Ciudadana

EROTISMO ( O LO EROTICO)

El cristianismo dio de beber veneno a Eros: éste, ciertamente no murió, pero degeneró convirtiéndose en vicio. Nietzsche, “Más allá del bien y el Mal”, IV, 168.

A ver, el erotismo (uno de los alcances del término) dice relación con un interés mayor que el lúcido con respecto a asuntos sexuales, concluyentemente, es el tema central de éste número pero quisiera esclarecer que esto último no implica que en este boletín todos estemos tan obsesionados con “el tema” al intenso de dedicarle todo un número…bueno, por lo menos no todos.

Estoy en un pequeño bar corrigiendo la columna para este número, contra el lapso tras notar la preocupación-molestia por la demora que noté en la dulce señal de nuestra editora anoche, cuando me llamó. En eso, al pedir la tercera botella de la tarde, logré rozarle los dedos a la mesera, ella me miró con enojo-agrado y dijo: -me dijeron que le cobre al tiro, son 3600 – y yo sin palabra de por medio saqué la Gabriela más peinada que encontré y la estiré para que la recibiera, en el momento en que su pequeña mano la iba a coger retiré el pago de su alcance y mirándola a los verdes le dije: – Y me trae un “Belmont” por favor – ella, sonriendo me dijo: -corriente o light…? – Este acto (quizá lacho) me hizo replantear todo el sesudo análisis psicológico que tenía del erotismo… y me tentó por el camino de “lo erótico”.

¿Es lo erótico un estremecimiento? Si. ¿es una pequeña persuasión o sentimiento sexual? Si. Pero esto último ¿surge sólo de la estimulación a una zona erógena? No. Lo erótico es una magia exquisita relacionada con el galanteo, la seducción, insinuaciones varias, en fin… por lo menos para mí casi todo es erótico; lo que no implica que sea un erotómano pero la implicancia de lo erótico realmente me cautiva: liberación, comunicación, encuentro, ascesis si se quiere. Una experiencia erótica, al estar rodeada de prohibición o tabú, deriva en una especie de trasgresión, porque va más allá de un mero instinto de conservación, tiene que ver con la antiquísima satisfacción de conquistar, a saber, de vicio, si, definitivamente vicio, por eso la cita de  Nietzsche. La frontera de lo erótico o erotismo y asceta o anacoreta, aunque no lo crean, es delgadísima pero fuerte y como nietzscheano  me atrevo a decir que si él hubiese desarrollado una vida sexual placentera no hubiese sido tan ( a ratos) odioso como lo fue, hubiese sido como cualquier otro profesor universitario, balanceándose entre cumplir con su vocación pedagógica y de seducir a la alumna poderosamente dotada que llegó a clases. Pero ese modo de ser le hubiese “quitado” tiempo y genialidad para desarrollar su superlativa obra, es más, si estuviese aquí ahora a mi lado me diría: -“La naturaleza no te dio suficiente linaje como para que te funcione sincrónicamente el cerebro y tu miembro.” – quizá es cierto, ¿por qué no? En ese sentido a lo mejor preferiría embriagarme con el Marqués de Sade… pero cada uno a su cuestión, por ahora, voy a seguir pate(n)tizando mi conjetura con la mesera, ¿quién sabe? A lo mejor, “resulta”. Me echan por lacho o resulta…

Pablo Ramírez.

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