22 de marzo de 2025

Raices Humanas

Cultura y Acción Ciudadana

Rene

Yo quisiera haber venido también desde aquella frontera
pienso, siento que en mis pies hay algo como el recuerdo de ese
movimiento, me parece de verdad que alguna vez hubiera
estado en ese lugar.
Como decir que uno sostiene también esos recuerdos
recurrentes. Cuando miro hacia allá en el tiempo algo escapa
de esta soledad, ríos se abren en medio de los ojos, el sol es algo
que vive dentro y nada, todo se sumerge en un permanente
estar allì, en sí, junto.
Rene.
patiodeluces.blogspot.com
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A veces parece que detrás de aquellos
Árboles que se ven allá al fondo estuviera el
Mar, es como si fuera a aparecerse
Repentinamente entre el oscuro verdor su
Celeste que nunca se me ha ido; da la
Impresión de que detrás de aquellas luces
inteligentes estuviesen nuestros mismos ojos
ciegos esperándose y recreándose constante y
tímidamente como lo harían casi dos panteras
amarillas que se buscaran y huyeran, en la
noche de tu selva amantísima.

Zaratustra

Sin embargo el hombre seducido por el abismo, el que sin lanzarse y lanzándose al tiempo y de un modo aparentemente cierto, de una manera figurativa y que consigue ir más allá de la simple realización de los hechos consignables, aquel que hace frente al viento frió que sube por entre los bordes afilados de la oscura roca de su propia materia. El que convive de par a par con aguiluchos y serpientes de ojos esmeralda, sabios huéspedes amables de su escaso calor. Aquel Icaro que se construye y reconstruye paciente e interminablemente las alas con el mismo material de que están hechas todas las verdaderas realidades. Zaratustra no vencido aunque doblado, nunca muerto aunque enterrado en su propia negrura, vidente de señales de otra índole. Nadie le ve desprenderse de los altos picos, nadie lo ve traspasar el aire liquido de la mañana entre los abetos horizontales, de cara al rojo sol. Aparentemente esta dormido o en trance. Los ojos de los montañistas ingenuos solo ven reflejos confusos en su mente inerte, no alcanzan, nunca pueden dar con el paso rasante de tu vuelo ensimismado sobre el propio y único abismo.

Será que hemos buscado tantas veces y coincidentemente el mismo objeto entre los desiertos de la vida y que cuando llegamos finalmente y con algo parecido al desconcierto y al anhelo, finalmente a decirnos los nombres en el cuarto designado a tal efecto. Cuando por fin vemos sobre nuestras cabezas desplegarse cuales arco iris vivientes los rayos partidos en innumerables colores nunca antes vistos por los cristales sostenidos en lo alto, ya somos concientes de que sabemos de lo que se trata, y ya no resulta necesario decírnoslo y hasta resulta ser un estorbo casi para la realización de nuestras autenticas intenciones y callamos; si callamos, ahora intencionalmente, callamos lo que decimos.

 

Para evitar que su amor se le hiciese un doloroso hábito, solo tenía que seguir la senda que marcaban los grandes árboles en su recuerdo asombrado. Para encender el mundo con las manos que nacieran pegadas a sus ojos, con agrado retornaba cada día al laberinto de puertas abiertas y se estaba a la sombra de los enormes bloques de piedra ennegrecida sintiendo, oyendo el lejano rumor del mar ahora existente, en el fondo de una mirada que se plegaba como aquellas nubes que retuvieras tan fácilmente entonces, cuando decías que te bastaba decir para que viniera y que no había ojos en los árboles para esperarte con las manos abiertas para ocultarte nada al misterio y para desbordar, en fin.

 

Las circunstancias y los hechos ocurridos en el pasado, acumulados en forma de recuerdos, cada vez que son traídos a presencia, cada vez que son tomados como referencia, más o menos concientemente, en cada ocasión en que hacen sentir su influencia, pasan a ser reconsiderados y esta vez a la luz de nuevos puntos de vista, desde otra posición mental.

De tal modo lo experimentado, va cambiando constantemente, se le van agregando nuevos datos adosados a los anteriores.

De esta manera el recuerdo a la vez que influencia, sale modificado de su paso por la actualidad. Por consiguiente al repetirse sucesivas veces este proceso, estamos en presencia de un sistema altamente dinámico y evolutivo.

Será que hemos buscado tantas veces y coincidentemente el mismo objeto entre los desiertos de la vida y que cuando llegamos finalmente y con algo parecido al desconcierto y al anhelo, finalmente a decirnos los nombres en el cuarto designado a tal efecto. Cuando por fin vemos sobre nuestras cabezas desplegarse cuales arco iris vivientes los rayos partidos en innumerables colores nunca antes vistos por los cristales sostenidos en lo alto, ya somos concientes de que sabemos de lo que se trata, y ya no resulta necesario decírnoslo y hasta resulta ser un estorbo casi para la realización de nuestras autenticas intenciones y callamos; si callamos, ahora intencionalmente, callamos lo que decimos.

Unamanoenlafrente.blogspot.com


A veces parece que detrás de aquellos Árboles que se ven allá al fondo estuviera el Mar, es como si fuera a aparecerse Repentinamente entre el oscuro verdor su Celeste que nunca se me ha ido; da la Impresión de que detrás de aquellas luces inteligentes estuviesen nuestros mismos ojos ciegos esperándose y recreándose constante y tímidamente como lo harían casi dos panteras amarillas que se buscaran y huyeran, en la noche de tu selva amantísima.